Esto va muy deprisa. Hemos pasado de los sueños y emociones de las fiestas navideñas, el nuevo año y los reyes magos a la locura de las rebajas.
Nos hemos gastado el dinerillo que nos quedaba en comprar aquellas cosas que bien son una necesidad, un capricho o simplemente generan sonrisas en las personas que más queremos y ahora tenemos por delante la oportunidad de comprar baratito, pero llegamos con la “reserva” económicamente hablando.
Laponia hace unos días…
“No llego, no llego, este año se me quedan miles de regalos sin entregar…”
Santa parecía desconsolado..
“Pero que os pasa, por qué no vais más rápido…?”, repetía una y otra vez con una voz entre la indignación y la súplica.
